Veruska

NOTAS DEL DIRECTOR
Tras el éxito de la campaña de activismo - Colombia sin asbesto - que logró la prohibición del uso de este peligroso mineral en Colombia y de la cual mi primer documental “Inextinguible” hizo parte; una activista colombiana radicada en Bélgica llamada Veruska Nieto, me contactó para invitarme a trabajar en un nuevo documental. Ella estaba liderando junto a campesinos del Área de Manejo Especial de La Macarena AMEM, una lucha para evitar que el gobierno nacional continuara concediendo licencias de explotación minero energéticas en esa zona. Un territorio tan grande como Bélgica, considerado como uno de los lugares más biodiversos del mundo. Que luego de la firma de los Acuerdos de Paz entre el Gobierno de Colombia y la guerrilla de las FARC, quedó a merced de los intereses nacionales y transnacionales para la explotación de sus innumerables recursos naturales (en esta zona se encontraba el campamento principal de este movimiento revolucionario).

A medida que avanzaba la investigación, también crecía mi necesidad de entender porque esta mujer estaba dispuesta a entregarlo todo por esta causa ambiental. Pero nunca hubiera imaginado que esta aparente historia sobre activismo me llevaría a explorar tan profundamente la vida de Veruska. Una mujer con un pasado familiar aterrador; marcado por la violencia, el abandono y los abusos de su padre. Al igual que los excesos, la opulencia y el desinterés por el otro; del mundo burgués que siempre la ha rodeado. Entendí que para Veruska solo una causa tan grande como pretender salvar el Amazonas enfrentándose a gobiernos y transnacionales, era la única vía que ella conocía para redimir su alma de los horrores que había vivido de pequeña. Pero a esta historia, tendría que añadirle un componente trascendental en la vida de la protagonista. Su rol como madre de Alexandra. Una niña convirtiéndose en adolecente que ha significado en su vida la posibilidad de transformar el pasado; pudiendo ser la madre que ella nunca tuvo. Es así como la película se desarrolla, viviendo junto a Veruska uno de los momentos más intensos de su vida, en el que su demandante rol de activista pareciera ser incompatible con su vida de madre. Llevándola ineludiblemente a escoger entre una de las dos.

Esta película significa para mí la posibilidad de explorar un conflicto universal como lo es enfrentarse a las elecciones vitales que constantemente debemos tomar en la vida. A su vez, indagar sobre otras cuestiones como las heridas emocionales, los acuerdos invisibles que hacemos con nuestra historia, las pérdidas, las segundas oportunidades y nuestra capacidad de resiliencia para sobreponernos y aferrarnos a la vida. También deseo que pueda plantear un debate sobre las implicaciones de hacer activismo en un mundo donde pareciera prevalecer el desarrollo económico por encima de la protección de nuestro planeta y todas sus formas de vida. Y si hay un límite o equilibrio entre el cuidado personal y el colectivo.